El jardín de los cerezos


Jardín de los Cerezos.
“Déjanos sólo ser tan complicados y tan simples como lo es la vida.” 
(Chejov)

    Suele no aparecer en varias versiones, pero supuestamente, el Jardín de los cerezos, es una comedia en cuatro actos. Digo “supuestamente”, porque cada uno de estos subtítulos, como hemos visto, viene con más de algún pero, y quizás también más de alguna ironía, como podría ser algo que Chejov entendió, y nosotros claramente aún no.
A muy grandes rasgos, podríamos decir que esta obra no dice mucho. No es fácil encontrarle una idea central, o un por qué a las acciones que aquí ocurren. Virginia Woolf (Bloom) dice que ha tratado de explicar esto mismo, imaginando una tenue vista por la ventana, con cerezas de un vago rosado y quizás montañas nevadas con una neblina azul detrás de ellas. En el cuarto, los personajes hablan de pronto cualquier cosa que se les venga a la cabeza, aunque siempre vagamente, como si pensaran en voz alta. 
Es como si estuviéramos en presencia de lo más cotidiano que se pudiera presentar. Pero la misma falta de lineas que guíen (a primera vista) la trama, o ideas que muevan la obra en su globalidad, dan espacio a que dentro de esta misma se vean reflejados aspectos propios de la vida misma. He aquí, el por qué de la cita puesta al comienzo. Es esta misma falta de cuadro, o lineas que delimiten la obra, que permite a Chejov poder fácilmente prescindir de ellas y así exponer desde otra perspectiva, desde la perspectiva de lo cotidiano, de lo común, de lo simple, que llega muchas veces a esconder esos aspectos complicados a los que Chejov suele quitar el velo.
Aunque atrevido, si tratamos de buscar un sentido al menos a los personajes en conjunto, podemos ver como se presenta una idea de cambio, y en este caso, aparte de temporal, de pensamiento. Usare a tres personajes. Primero, vemos llegar a Andreievna, terrateniente del lugar, que vuelve a finca luego de un buen tiempo de viaje. No sabe mucho de cosas económicas, y a decir verdad, se presenta como una mujer que está bien perdida por la vida. Este personaje es el punto medio de la comparación. En la finca, está Firs, un lacayo de 87 años; un viejo que representa el conocimiento antiguo, la nostalgia, la experiencia, y el quehacer de antaño. Por ultimo, Lopajin, un comerciante que se ha criado de pequeño en aquel ambiente, ya que su padre trabajaba en la finca. Es Lopajin, quien compra esta finca que se va a subasta. Quizás por aquí pueda ir una de las lineas de la comedia en cuatro actos, en las ironías de la vida, y que se hacen mas posibles con el progreso. Un movimiento de clases. Mientras Andreievna era la dueña, Lopajin era un joven nacido sin mucho, pero convertido más tarde en comerciante por las ganas de avanzar. Ahora se ha dado vuelta la historia.
No se puede más que pensar que Chejov funciona creando un todo, una especie de microcosmos, tan real a su modo, que se asemejaba a un cuadro, en el cual es imposible ver la obra en todo su esplendor si tienes tus ojos puestos a centímetros de él. Entonces aparecen trazos tan reales y crudos, que a simple vista podría pensarse algo sin un objetivo, sin dirección, casi rozando el sinsentido. Pero Chejov es un pintor hábil, y hay que hacer el esfuerzo de alejarse de la pintura, ver el gran cuadro que ha creado, y que al final, cada pequeño trazo dotaba de vida aquella representación. Y es desde esta perspectiva, en que se puede ver mucho mejor el trabajo de Chejov. No se necesita explicitar para lograr el resultado esperado, y con las herramientas y las medidas casi perfectas, Chejov sabe lograr una obra mucho más compleja de lo que se entiende en un comienzo. Se podría intentar darle un sentido a este “cuadro” creado por Chejov, se podría divagar de muchas formas, y, en efecto, muchos lo hacen. Pero hay ciertos límites a los cuales no se puede acceder, y a los que claramente, no se podrá llegar jamás. ¿Que hay detrás de los cuadros de Dali? ¿Que se esconde tras la Gioconda de Da Vinci? y claramente, ¿Que nos quiere decir Chejov con estacomedia en cuatro actos que es el Jardín de los Cerezos?, y sigue por muchos etcéteras... 
Podemos tratar de explicar, de buscar tanto el sentido como las palabras, pero de cierta forma no podemos encontrar cómo describir un final como el del Jardín de los cerezos. Firs queda solo, empiezan a cortar los arboles del jardín, y como lo describe Virginia Woolf (Bloom), la sensación que queda al final es cómo si nos dejaran en la calle, sintiendo como un piano tocado por última vez, y no solo en el centro, sino por todas las teclas, y con el pedal de sostenido abierto para que el sonido no se detenga...

Referencias.
  • Chejov, Anton. Teatro. Mexico: Editorial Porrúa, 2007.
  • Bloom, Harold. Modern Critical Views. Anton Chekhov. Philadelphia: Chelsea House Publishers, 1999.

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